LAS ONDAS CEREBRALES Y CÓMO NOS AFECTAN

Son impulsos eléctricos de las neuronas, impulsos rítmicos de la actividad eléctrica que produce el sistema nervioso central.

Durante el día vamos cambiando esos patrones de ondas cerebrales. No lo percibimos conscientemente, pero las neuronas se comunican de diferente manera según el estado de ánimo que tenemos.

Se pueden clasificar según la amplitud de onda, de más lentas a más rápidas, y por frecuencia de vibración de más alta a más baja. Quedaría de esta manera:

Delta: 0,1/ 3 Hz. Estado inconsciente, sueño profundo.
Theta: 3/ 7 Hz. Estado semiinconsciente.
Alpha: 7/ 13 Hz. Estado de relajación.
Beta: 13/ 28 Hz. Estado consciente.
Gamma: + de 28 Hz. Conciencia elevada.

En la meditación solemos pasar de beta a alpha, e incluso a theta.

DELTA

Sueño profundo, estado reparador y regenerador.
Sensación de seguridad y tranquilidad.

Es un estado que se da sobre todo en los niños pequeños.

El mal funcionamiento provoca insomnio, mal funcionamiento del ritmo cardiaco, del sistema digestivo y del inmunitario.

THETA

Sueño REM, estado crepuscular, de ensoñación e imaginación, más creativo. Se pierde la noción de espacio y tiempo.

Cuando se nos induce a un estado theta entramos en autosugestión, autoimnosis. Se activa el campo cuántico y podemos volver de manera consciente al niño que fuimos, donde captábamos lo que sucedía en el entorno como si fuéramos esponjas.

Es un estado subconsciente que se produce sobre todo cuando entramos o salimos del sueño, una sensación de calma profunda.

Hay que tener cuidado, porque si permanecemos mucho tiempo activos en esta frecuencia podemos entrar en depresión, ansiedad o estrés.

ALPHA

Más calma, relajación y bienestar y menos estado creativo e imaginativo.

ES UN EFECTO RELAJADO PERO ENFOCADO, ideal para meditar. Estamos relajados pero no dormidos, estamos en el aquí y ahora, en presencia. Y conectados con un estado de consciencia superior.

Es una vibración lenta que nos procura:

Protección de la percepción.
No interrupción de la atención.
Y menos interferencias internas y externas.

Si permanecemos en exceso en esta frecuencia nos podemos volver apáticos y sin ganas, pero si por el contrario hay “dosis” bajas entramos en estrés y ansiedad.

BETA

Estado consciente de la mente ordinaria, estado de vigilia, cuando la mente está muy atenta. Es la situación preferida del ego.

Se genera cuando hay un esfuerzo intelectual, pero cuando nos exigimos más de la cuenta podemos entrar en un estado de BETA ALTA ( 22/33 Hz.) que provoca situaciones de excitación, ansiedad, miedo y estrés, como si estuviéramos en un entorno de supervivencia, intranquilos. Nos separamos de nuestro campo cuántico y no nos permite efectuar cambios internos.

Si estamos muy bajos de beta podemos entrar en cierta pasividad, pero si estamos altos por mucho tiempo se produce estrés crónico y, a su vez, oxidación y envejecimiento.

GAMMA

Frecuencias altas y de vibración alta, pero conectada, que se da en estados elevados de conciencia. Es lo que se llama experiencia mística, de unidad y de máxima plenitud y felicidad, propia de seres iluminados o de momentos puntuales de satori.

Entramos en gamma cuando estamos en estados meditativos profundos, alto rendimiento cognitivo o esfuerzos por memorizar y captar nueva información. Se produce una actividad impresionante en el cerebro pero armónica, expansiva, de unidad y paz.

Con una consciencia elevada, entramos en estados de puro amor, de alta conexión y de altruismo profundo. Lo que se podría denominar espiritualidad, entrar en el Ser.

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