La respiración consciente es el principio de todo
Dicen que cuando el alumno está preparado llega el maestro. Y apareció Juanjo en mi vida, tras varias sincronicidades mágicas.
Cuando brilla el sol sobre el mar y te encuentras allá en el fondo, inundada de dudas, por las circunstancias adversas, por tu memoria… el agua del mar que te separa de la superficie parece eterna y miras la luz tratando de encontrar las fuerzas para ascender.
Entonces, llega este maestro de mirada incisiva y voz cálida, bucea hacia tus profundidades, te coge con delicadeza de la mano y, con su sabiduría, empatía y auténtica voluntad de ayuda, consigue que sueltes el lastre, te eleves hacia la hermosa luz del sol y consigas respirar un aire fresco y reconfortante. La respiración consciente es el principio de todo. Naces como la Venus de Botticelli, renovada, vibrante, llena de amor, y lo externo ya no importa porque has encontrado el tesoro que guardas en tu alma y te mantiene a flote siempre sobre las aguas.
Sólo algunos maestros como él tienen ese poder, que nace de su amor, para impulsarte hacia la superficie del mar y renacer para cumplir tu propósito vital, con la serenidad y sabiduría que has recuperado de tu interior.
En esta nueva Era, las soluciones tienes que buscarlas en tu interior y, si decides hacerlo, puedes encontrar un guía como Juanjo que te ayuda, con la sabiduría de su propia experiencia, su estado de consciencia, su atención plena y su exquisita humildad, a bucear en las profundidades para encontrarlas y llevarlas a la acción. Aprovéchalo y bucea hacia la superficie con su apoyo, porque lograrás disfrutar de la luz del sol en todo su esplendor.